miércoles, 1 de agosto de 2007

No dejes que te hagan pasar por enfermo, ¡estás más sano de lo que piensas!

Hace poco hemos podido disfrutar de la película " El Jardinero fiel". Una adaptación al cine de la obra de John Le Carré, que nos descubre las maquinaciones de la industria farmacéutica para utilizar a las gentes del tercer mundo como auténticos conejillos de indias , sometiendolas a todo tipo de experimentación con sustancias nuevas de efectos secundarios desconocidos.Pero... Los que habitamos el " primer mundo " ¿ Nos podemos sentir tranquilos respecto a la ambición desmedida y falta de escrúpulos de este tipo de industrias?

Jörg Blech en su libro "Los inventores de enfermedades" nos descubre de qué manera la industria farmacéutica nos manipula y hace todo lo posible por convertirnos sistemáticamente en pacientes y da las claves sobre cómo podemos protegernos de ello. En los últimos años, en el mundo industrializado, han hecho su aparición una serie de enfermedades “nuevas”, en algunos casos con sintomatología más bien difusa, e inmediatamente han aparecido los medicamentos para tratarlas: menopausia masculina, hijos inquietos, colesterol demasiado alto, timidez enfermiza, hipertensión arterial, fatiga crónica... ¿Hasta que punto todas estas enfermedades realmente lo son? ¿Es necesario y útil tratarlas médicamente, o es la industria farmacéutica la que crea falsas necesidades orquestando poco éticas campañas de márketing? La industria farmacéutica está redefiniendo la salud humana de tal modo que la convierte en un estado que ya nadie puede alcanzar. Muchos de los procesos normales de la vida: el nacimiento, la vejez, la sexualidad, la infelicidad y la muerte, así como otros comportamientos completamente normales, se nos presentan sistemáticamente como patológicos. Los consorcios que operan globalmente patrocinan la invención de enfermedades y métodos de tratamiento enteros para facilitar nuevos mercados a sus productos, ya que proclamando el colesterol factor de riesgo número uno, o instaurando dudosos exámenes preventivos, puede ganarse mucho dinero.Podríamos empezar a sospechar que el remedio para ciertas enfermedades tardará en llegar, tanto más cuanto el beneficio que saque la industria farmacéutica sea muy superior de ir parcheandolas, de ir tratando por mucho tiempo a unos enfermos que van gastando sus ahorros, o que exigen a sus gobiernos que se los gasten...
¿ Qué podemos pensar de los "aparatitos para los dientes" que "necesitan" ahora nuestros hijos por imperativo de los dentistas que nos amenazan con mil y un mal futuros si no se los ponemos ? Puede que algún caso obedezca a la corrección de una patología, pero ¿ No podríamos sospechar que en su mayor parte obedece a la recogida de beneficios de una bien orquestada campaña de "Salud bucodental. "
¿ Qué podemos pensar de la inmensa cantidad de aparatos ortopédicos que la segunda opinión de un médico con principios éticos desaconseja rotundamente ?
¿ Qué podemos pensar de las intervenciones quirúrgicas por ejemplo relacionadas con la espalda que se hacen atendiendo a principios económicos y que podían ser resueltos por medios tan simples pero tan improductivos económicamente como ejercicio físico adecuado ?
pero en fin, solo es una sospecha...¿ o no?.
¿ Qué podemos pensar de la macrocampaña " ¡Que viene la gripe aviar!", en la que buenos duros se gastó la industria farmacéutica para que todos los medios de comunicación nos acongojaran con escenarios apocalípticos, y de la que no se ha vuelto a hablar ? ¿ No sería que el fin era que los ciudadanos demandaran a sus gobiernos la compra masiva de unas vacunas, que dicho sea de paso no valen para la gripe aviar, pero a falta de de otra...?
En fin, solo simples sospechas...¿ Pero, a que te han hecho pensar ?

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